miércoles, 17 de mayo de 2023

SANTOS VEGA

 Lejos de ser un mito como se cree, fue hombre de carne y hueso, cuya fama sentó reales en el mediodía bonaerense, y luego, en alas de aquella, tramontó sierras, vadeó ríos y vino a quedar por Argentina, extendida ya por los ámbitos de la república entera.

Para los porteños encarna su figura al cantor por antonomasia; sus apasionados dieron por genial a este payador, cuya amistad con Juan Sin Ropa, consumó su celebridad.

El cantor de la pampa fue hijo de José Santos y Vega, andaluz por nacionalidad, y de una criolla  rica del Tandil. Cantó alguna vez en el mismo Buenos Aires, en teatros de los arrabales.

El poeta cordobés del Fraile Muerto -Hilario Ascasubi- escribió su conocido “Santos Vega o Los Mellizos de La Flor”, con sus trece mil versos; narra en ellos, las imaginarias más que reales andanzas del gaucho. El estro poético de D. Rafael Obligado también sintióse conmovido por las hazañas del payador. (P. 170)

En notas de Leopoldo Lugones (h), en "Romances del Río Seco", edición de 1948

martes, 21 de febrero de 2023

EL ZAINO DE LA VILLA DE LUJÁN

 Parejero del partido de Luján. Animal que involucra una leyenda popular muy difundida en aquellos años.

Apareció en los campos del Sr. Dorrego, entre la actual ciudad de Luján y la Estación Jáuregui, del F.C.O. Lo abandonaron unos arrieros, porque, cansado no pudo seguir la tropilla. Un puestero de la estancia se adueñó de él, (lo cuidó y) lo puso en la cancha de carreras cuadreras, donde conquistó el nombre de “Tallador”.

Ya bien probado como bueno, ganó una carrera en Pilar por doce mil pesos oro, en cuatro cuadras, a un picazo overo de la Ciudad de Buenos Aires.

A partir de esta carrera empezaron a llamarlo “Zaino de la Villa de Luján” o también “Zaino de la Virgen”. Un napolitano mercachifle, un jugador, un diablo -hombre de confianza del estanciero Dorrego-, lo hizo recorrer la provincia atado a la jardinera al llegar a las poblaciones. Recorrió de Norte a Sur, de Este a Oeste (la provincia), venciendo siempre para dar sentencia o haciendo puesta para correr otra carrera por una apuesta más grande.

Llegó un momento en que ya nada podía hacer, por ser demasiado conocido. Hubo que venderlo para que se lo llevaran a Brasil.

Lo corría “Real y Medio” (llamado así por su pequeña talla). Iba prendido del cinto del pretal, para evitar que en el pique lo saque por las ancas. Y lo corría con rienda y sobrerrienda para poderlo sujetar, porque era fogoso y fuerte en la boca.

Cuando la gente lo nombraba, lo hacía con respetuoso recogimiento, puesto que veía en este caballo, la mano milagrosa de Nuestra Sra. de Luján.

 

De “El Gaucho Polonio Ahumada”, de Jesús María Pereyra (1945)

martes, 23 de marzo de 2021

NUESTRA SEÑORA DEL DESIERTO

 


Transcurría la Campaña del Desierto, esa misma Campaña de la que surgió Trenque Lauquen como una poblada cuña clavada en la soledad de la pampa.

Una tarde, el Coronel Miguel Rasero -distinguido oficial del General Villegas- abandonó el Campamento y salió a recorrer las cercanías. La situación del ejército era delicada y el oficial buscaba en la meditación una solución adecuada e inmediata, sus pasos recorrían los médanos.

Fue entonces que halló semi-enterrada una imagen de la Virgen de los Dolores. Para los sentimientos religiosos del Coronel el hallazgo significo un acontecimiento providencial, encomendando a la Santísima Virgen la solución de los problemas que lo embargaban.

Desde entonces su familia cuidó devotamente la imagen hasta que la hija del valiente soldado (uruguayo) -Señora Alejandrina Rasero de Soto- resolvió donarla a la Parroquia de Trenque Lauquen (Bs. As.).

Hoy la Virgen Dolorosa, Patrona de nuestro pueblo, es venerada por todos en la Iglesia Parroquial y bajo su protección Trenque Lauquen labra su destino de paz y trabajo.

Se erigió su santuario en Ruta 33 ó Ruta del Desierto.

                                                                                         (texto sin firma)

CEFERINO NAMUNCURÁ POR RODOLFO RAMOS

 Simbolismo del retrato de Ceferino Namuncurá realizado por Rodolfo Ramos


La cruz supera al hombre. La sombra de la cruz se dibuja sobre Ceferino y separa la cabeza de todo aquello que es puramente físico. El libro, en cambio, apoyado sobre la cadera, toca el corazón para mostrar que sin un fundamento físico no se puede acceder al conocimiento superior.

La lanza, símbolo de violencia y muerte, está rota. Paradoja del ser humano que para representar un símbolo de la paz debe recurrir a la destrucción de la violencia.

El desierto representa la inevitable travesía que en algún momento de su vida hace cada ser humano.

El caballo domado simboliza el ingenio del hombre que logra saber utilizar la naturaleza, gracias a lo cual puede atravesar el desierto.

A lo lejos, la montaña simboliza las alturas que es necesario alcanzar antes de poder lanzarse al vacío que se siente al elegir la libertad de acceder al cielo… tal como lo hace el cóndor.

                                                                    Don Gerardo El Rojo

sábado, 7 de noviembre de 2020

CAMINO de POSTAS – Apertura de un Nuevo Camino (hacia 1860 aproximadamente)

“Solicité del congreso que me diera gratis terrenos fiscales entre las Provincias de Santa Fe y Córdoba para hacer un camino postal directo que uniese a Rosario y Córdoba, con estaciones cómodas para los pasajeros de cuatro en cuatro leguas; hacer pozos y represas donde no hubiera  agua, levantar fortines para la defensa contra los indios y otras medidas precaucionales contra los peligros que en esos caminos había”.

 Esto concedido, me puse inmediatamente a la obra, poblando los desiertos. Desde el Carcaraña al oeste la primera casa de puesta, fue en Las Totoras, 2da. Cañada de Gómez, 3ra. Ranchos, 4ta.Tortugas. En el Carcaraña hice una casa y un puente¸ coloqué también una chata en el río con el consentimiento de Dn. Ramón Medina propietario de esos terrenos.

En la 5ta posta (Espinillo) hice una casa fortín que consistía en un foso ancho, de 4 metros por 3 de profundidad con puente levadizo. En ese punto los indios con frecuencia atacaban a los pasajeros. 6ta posta Los Leones, casa y fortín, 7ma. Los Dos Árboles id. id. 8va. Casares, 9na. Las Palmas, en terrenos particulares, 10ma El Águila, estación principal, 11ra. Cuchi-Corral, 12da. Las Chapas, casa particular y posta, 13ra. Bella Vista, 14ta. Casa Villalonga, 15ª. Río Segundo, posta y casa particular, 16ta Toledo y de allí a Córdoba.

El camino medido en línea recta por los ingenieros Saint Remy y Ladrier, daba 72 leguas, desde la Barraca de El Progreso (Rosario) hasta Córdoba, midiendo el antiguo camino por donde viajaban las mensajerías de Firtal y Ruiseñor, por cuenta del estado 103 leguas.

Una vez concluido el camino llevé familias honradas y buenas para ocupar las casas que había construido en su trayecto.”

Timoteo Gordillo (memorias)


jueves, 5 de noviembre de 2020

CASA DE POSTA

 La palabra posta deriva del latín “posita” que significa “puesta” o “colocada”. Ya se hacía uso de ellas en la Persia antigua. Carlo Magno organizó un servicio de correos sobre la base de “postas”, las que siglos más tarde se propagaron  por toda Europa.

En 1771, debido a las gestiones del Visitador de Correos Don Alonso Carrió de la Vandera, se establecieron las primeras “postas” en el Camino del Norte (hacia Córdoba).

Habría de adoptarse en América, desde Méjico para abajo, el sistema de postas europeas. Asimismo, las Ordenanza de Correos de 1762 dictadas por la Corona española, referente a este servicio, fueron de aplicación en el Río de la Plata. Estas ordenanzas establecían, entre otras cosas, que el cargo de “maestro de posta” debería ser desempañado por un “vecino honrado” que estaría obligado a mantener determinado número de caballos. El cargo podía, a la muerte del titular, a los hijos, yernos u otras personas que cuidaran de la posta. Los ‘maestros de postas’ podían nombrar y remover los postillones de los que se valdrían para el desempeño de sus cargos. Además de muchos otros privilegios acordados a los ‘maestros de postas, como el llevar armas y poseerlas, el no poder ser desalojados de las casas donde habitaren, el no poder se detenido por nadie, ni por la justicia misma en el camino que debían recorrer para el desempeño de su cometido, les estaba permitido tener ‘libremente mesón, posada o cualquier granjería, aunque sí pagando los derechos existentes para tales negocios”.

Los caballos de las ‘postas’ también gozaban de impunidad. Por ello no se pagaba ninguno “de los derechos de portazgo, peage, pontazgo, castillería, barcaje, etc.” ni otro tributo de los “impuestos por razón del paso en cualquier transito” y “podían pastar en todos los terrenos baldíos y terrenos de las comunas, siempre que no perjudicaran los labrantíos vedados o cercados”.

Al disponer la Primera Junta Provisional de Gobierno,  el 17 de octubre de 1810 el establecimiento de una “carrera de postas” a la Ensenada de Barragán, establecía que cada posta debía tener una “pieza de posta” que se construiría a 25 varas de la casa principal, “debiendo tener de 10 varas de largo por cinco de ancho, un corredor a la puerta, 4 catres, una mesa y 4 sillas, una tinaja con un jarro, estando blanqueada por dentro y fuera”. Además debía haber en cada posta “vino, aguardiente, aceite, vinagre y legumbre”.

 

Carlos Antonio Moncaut

lunes, 2 de noviembre de 2020

DE POSTAS Y GALERAS

 “De pronto oyóse un silbido prolongado y poco después hacíamos alto en la primera posta. (Ésta) ...era un rancho largo, sucio, revocado con estiércol, especie de fonda, prisión, de pulpería y de fuerte. Al lado del rancho un mangrullo que el viento cimbraba como si quisiera arrancarlo del suelo, y más allá un corral de palo a pique donde se apretaban asustadas unas cuantas yeguas y unos pocos caballo. El todo protegido por un foso enorme, lleno de agua verdosa y nauseabunda, criadero de sapos y saiguapés.

Eran dueños u ocupantes del rancho un antiguo sargento del 2° de Infantería y su mujer –madre de tres mulatillos desgreñados y harapientos, cuya misión en la vida consistía en vivir, relevándose de vigías sobre el mangrullo-.

El ex sargento tenía lo que él llamaba ‘posada para los viajeros cuando la galera no podía seguir adelante’, y despachaba además ginebra, caña, cigarrillos negros y yerba argentina de lo peor que se puede imaginar…”.

Comandante Manuel Prado – 1877

(a los 13 años, cadete aspirante)

SANTOS VEGA

  Lejos de ser un mito como se cree, fue hombre de carne y hueso, cuya fama sentó reales en el mediodía bonaerense, y luego, en alas de aque...